A muchas personas les cuesta distinguir los paneles ignífugos y los paneles de melamina. Sus apariencias son tan similares que a los no profesionales les resulta difícil distinguirlas a simple vista.
Sin embargo, existen formas prácticas de distinguir estos dos tipos de paneles.
Aunque los paneles ignífugos y los paneles de melamina se parecen, su espesor y estructuras internas difieren. Los paneles ignífugos suelen tener un revestimiento de tres capas, mientras que los paneles de melamina suelen tener un revestimiento de una o dos capas. Como resultado, los paneles ignífugos son ligeramente más gruesos— y este espesor adicional también mejora su resistencia al desgaste y al impacto.
El proceso de fabricación de paneles ignífugos es más complejo que el de los paneles de melamina. Los paneles ignífugos deben prensarse a alta temperatura y alta presión, lo que implica procedimientos complejos. Naturalmente, sus precios son relativamente más altos y los precios de mercado generalmente superan los 100 yuanes por unidad. Si alguien ofrece paneles ignífugos a un precio muy inferior a la media del mercado, es recomendable tener cuidado.
Debido a sus requisitos de resistencia al fuego, los paneles ignífugos se utilizan ampliamente en lugares con altos estándares de protección contra incendios, especialmente en lugares públicos importantes. Por el contrario, los paneles de melamina se utilizan más comúnmente en la decoración del hogar, particularmente para el acabado de muebles y gabinetes. Sin embargo, dado que los paneles de melamina contienen ciertas sustancias tóxicas y nocivas, no cumplen con los estándares de protección ambiental y pueden representar riesgos potenciales para la salud humana.